PSICÓLOGA CLÍNICA
Mi nombre es Esther González Jiménez, soy Licenciada en Psicología, y tengo el Título oficial de Psicóloga Especialista en Psicología Clínica.
Dicho título me acredita como profesional sanitaria y por tanto me permite ofrecer los servicios de evaluación, diagnóstico, prevención y tratamiento de los trastornos mentales, del comportamiento, emocionales, cognitivos, y relacionales así como para mejorar la comprensión y el abordaje de las repercusiones psicológicas que las enfermedades físicas y sus tratamientos tienen en las personas y en la evolución misma de esas enfermedades.
Llevo en la práctica clínica más de 15 años, durante los cuales he atesorado amplia formación y experiencia en el ámbito de la terapia psicológica tanto en infancia y adolescencia como en población adulta.
MI OBJETIVO
Mi principal objetivo será crear un clima de confianza, en el que las personas que vienen a buscar ayuda, sientan que están siendo escuchadas y comprendidas de un modo genuino y sincero.
Para poder alcanzar los objetivos de trabajo que marquemos de forma conjunta en las sesiones de terapia, el/la cliente debe sentir que se encuentra en un espacio respetuoso y libre de juicios, donde poder expresar sus pensamientos y emociones sin temor a ser señalado, rechazado o ridiculizado. El respeto mutuo y la confianza deben ser siempre la base de la relación de ayuda; pues sin esta condición la persona que acude a consulta difícilmente podrá tener la fortaleza y seguridad necesarias para recorrer el camino que la lleve a lograr los cambios necesarios para alcanzar el éxito en la terapia.
“Te ayudaré a ayudarte”
MI ORIENTACIÓN
Para lograr que la terapia sea de gran calidad y efectividad, parto de una orientación Cognitivo-Conductual y complemento ese modelo de intervención con otros provenientes de Enfoques Humanistas como es la Terapia Gestalt y Terapias de Tercera Generación (como la ACT -Terapia de Aceptación y Compromiso- o las terapias contextuales).
Como profesional que se recicla y actualiza, bebo de diferentes fuentes y trato de incorporar a mi trabajo todas aquellas herramientas que puedan enriquecer y mejorar mis conocimientos y con ello potenciar los resultados. Por ello, en mi LABOR DE AYUDA intento tener en cuenta todos aquellos elementos que -a mi parecer- son imprescindibles para ofrecer verdaderamente un servicio de calidad:
- La importancia de SENTIR con AUTENTICIDAD (vivencia emocional) todo lo bueno y lo malo que acontece en nuestras vidas. Considero que en el momento actual las personas que sufren buscan desesperadamente el modo de desconectar de sus emociones, huir del dolor y “silenciarlo”; actitud que solo prolonga el sufrimiento y no ayuda a superar dificultades ni problemas y mucho menos a seguir creciendo como personas.
- Una VISIÓN HOLÍSTICA DEL SER HUMANO (la persona como un todo complejo), dejando de ver solo fragmentos del individuo, generalmente la parte dañada, el síntoma, para ver el conjunto y con ello estar en disposición de una mayor comprensión del cliente y por tanto una mayor capacidad para ayudarle. El ser humano necesita que le escuchen y le atiendan en lo malo, pero también que le ayuden a descubrir y o recordar lo bueno (potencialidades y realidades) que hay dentro de cada uno y servirse de ello para «sanar y crecer».
- La importancia de la CONEXIÓN MENTE-CUERPO como parte de esa visión holística. Es necesario recuperar el cuerpo como un elemento al que atender y escuchar, pues muchas veces ese cuerpo será depositario y mensajero de síntomas psíquicos que -consciente o inconscientemente- no dejamos salir al exterior. De ahí dolores de cabeza, insomnio, contracturas, problemas estomacales, dermatológicos, inhibición sexual, etc. Porque nuestro cuerpo nos habla y hay que darle voz para cuidarnos y sanar.
EL MÉTODO
Tal como ya he dejado entrever, trabajo con la persona de un modo global, viéndola como un todo en el que es necesario conocer todas las partes para que su relato, su historia, cobren sentido (biografía personal, situación actual, relaciones personales, personalidad, situación laboral, etc.); no estamos solos, formamos parte de un contexto que nos influye y sobre el que ejercemos influencia. Se trata en definitiva de tener una radiografía-fotografía lo más completa posible del cliente con el fin de entender el origen de la problemática, los motivos de su mantenimiento en el presente, la motivación al cambio y los objetivos a futuro y así poder desarrollar una terapia personalizada, que se adapte al máximo a sus necesidades.
Siempre me centro en la persona, en su vivencia interna del «asunto» que le trae a consulta, en sus habilidades y potencialidades para recorrer el camino que le lleve a la mejoría, en las barreras que existen en ese recorrido… y le acompaño en ese proceso de exploración, auto-conocimiento y avance.
El ritmo es del cliente, no es mío.
Cada persona necesita un tiempo para reconocer el terreno, situarse, elegir la ruta y hacer el recorrido marcado. Mi labor no es “conducir” -como si de un taxista se tratara- a la persona que pide ayuda desde el punto de origen al destino; el camino que no se recorre por sí mismo, ni es camino, ni enseña, ni cura. Sin la participación activa del cliente no hay éxito posible ni perdurable, sino solo parches que tapan la herida sin dejarla respirar para que cicatrice adecuadamente y sane todo lo posible.
Mi rol será escuchar, orientar, dar apoyo, señalar incongruencias, dar pistas del camino a tomar… pero sobre todo ACOMPAÑAR EN ESA BÚSQUEDA a quien pide ayuda. Recorreremos el camino juntos, no estará solo, pero el trabajo más duro será el suyo… y también el mérito de los éxitos y mejoras que obtenga.
La AYUDA PSICOLÓGICA es útil para todo aquel que quiera sentirse mejor, crecer como persona, curar heridas abiertas, vivir las experiencias diarias sin una angustia o tristeza que le paralice…
Pide ayuda, cuídate, quiérete, porque estarás contigo TODA UNA VIDA!!!